domingo, 17 de julio de 2016

Mi Moby dick

Se fue Junio.
La foto es peor que mala. Estoy teniendo problemas con mi cámara, la verdad es que ya va para los 7 años y quizás la edad le esté pasando la factura. O quizás yo he perdido el "toque" o vaya quién a saber qué carambas pasa.
Junto a Junio pasó mi cumpleaños, ese feriado nacional que todos esperan (????) me obsequiaron cosas muy lindas y de mi total agrado... pero de zopenca no fotografié los que eran comestibles (que eran varios) y así perdí de hacer una entrada acerca de mi natalicio.

Junto con el mes completo que pasó y lo que demoré entre la última actualización y la anterior, me quedo pensando en que cada vez tengo más abandonado este lugar. Insisto: me cae muy bien el sistema Blogger, y si bien mi humilde y disperso blog jamás ha sido demasiado transitado, igual le tengo aprecio en estos tiempos de facebook, twitter y otras vainas, y no quisiera que se perdiera entre tanto barco hundido sobre temáticas de lo más dispares, pero entretenidas para los que gustamos de leer sobre cosas atípicas, aunque no esté lleno de fotos. Es así como declaro que procuararé no dejar que este satélite se convierta en chatarra espacial por desuso.

Ahora les contaré a quién quiera que lea esto, acerca de mi ballena blanca.
Todo comenzó cuando llegaron los españoles a América... no, mentira, nada que ver. Ahora si, comienzo... de pequeña y subnormal me gustaba mucho ver tv por cable y leer para evitar el contacto humano (anda, que no he cambiado mucho!) y mis lecturas favoritas eran las pulps, de detectves, crímenes, etc.. Y de entre este género mi héroe supremo es Perry Mason. De este personaje tengo unas cincuenta y tantas novelas de las 80 que son en total. Debido al paso de los años inexorable y el poco valor que se otorga a los papeles viejos cada día cuesta más y más conseguir libros de más de 15 años, y en este caso, se tratan de libros cuyas ediciones en español partieron más o menos en 1936.... o sea, cada día que pasa, es más difícil.
Por eso es que me rendí a buscar PDFs, en español o inglés, cualquiera me servía  con tal de ir bajando la lista de los títulos pendientes... y así, después de MUCHOS años buscando uno en especial, lo encontré ayer.
Tenía (pausa para consultar con el marido acerca de la fecha) 15 años cuando encontré "El caso del mosquito adormilado" (ver libro que apenas se ve por el flash en la foto) donde mi casero de libros usados favoritos, y estaba de lo más divertido cuando se empezaron a repetir los últimos capítulos, y revisé las sgtes. páginas hasta el final y ... sorpresa!!! mi libro, edición de la década del 60 de Plaza y Janés, España, tenía UN TREMENDO ERROR DE COMPAGINACIÓN que implicaba que faltaban los últimos capítulos, y con tal, evidentemente, la resolución del caso en cuestion.
Les diré que acabo de cumplir 32, o sea, llevo 17 años buscando el puto libro... y ahora, está acá, en el PC, y pues... debería haberlo devorado en el acto, pero... caramba, 17 años!! es como si me divorciara del sr. Esclavo.... qué hay luego?  ¿existe vida después de la muerte?? ¿provenimos de alguna ultradesarrollada raza de seres espaciales??? ¿es inmortal el cangrejo????
Pues si, la búsqueda de ese final parece la metáfora de una vida asumiendo la adultez o algo así, pero no, no es para tanto. Sin embargo, no sé si comprar un espumante y celebrar cuando acabe de leerlo... o terminar con esta larga anécdota simplemente contándola a quién quiera oirla.
Lo bueno, es que igual me faltan varios títulos por leer todavía... la paz seguirá, por ahora, en el imperio.