domingo, 20 de mayo de 2018

El regreso de la muerta viviente

¡¡Seeeeee!!! ¡¡más de dos meses y recordé que tenía blog!!
¡¡Nuevo récord!!! 
¿cómo les va con la vida, amables parroquianos que aún pasan por este olvidado rincón de la internerdssss?
Espero estén todos rebosantes de buena salud,  tanto física como mental, rodeados de ponicornios, flores, colores, gatitos y cerveza, como Crom manda.

Por mi parte comenzaré con el extraño ejercicio de vomitar mis aventuras en este pobre blog.
Por el lado familiar el retoño preadolescente sigue con algunos cambios de humor considerables, pero es perfectamente aceptable... o sea, recuerdo que a los 12 años quería que Godzilla nos matara a todos de una bendita y buena vez por todas, pero él no llega ni a una cuarta parte de mi actitud... o sea, estamos regio con eso. En la escuela ha avanzado mucho en guitarra, ya tuvo su primera presentación formal, posiblemente le toque dentro de este año dar su primera audición en solitario... lo disfruta, hay frutos de su entusiasmo, la vida no puede ser mejor en tal aspecto. 
Y del resto del desafío académico, está bastante bien, no lo presionamos, es un poco-bastante vago, lo apoyamos con lo que realmente le cuesta y salva la dignidad con pocos feriados en su calendario... nada mal la verdad.
El husbando 3D (a.k.a. sr. esclavo, a.k.a. sr. esposo) no logra conectarse espiritualmente con el PS4 aún, pero culpo al cansancio de la vida cotidiana. No es que haya envejecido tanto que le quedara grande la consola... ¿verdad??
Mis gatos siguen siendo malvados, mis perros estúpidos, el abueloco (el perro más viejo) tiene cataratas en ambos ojos pero tiene una energía que ya la quisiera tener un lunes por la mañana... y un martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo... y el resto de mi vida... o sea, todo en equilibrio también con los peludos.

Ahora, la protagonista de este cómic malo, la heroína sin mascota mágica interdimensional que pasó las tres décadas hace años ya (inserte saludo con la mano alzada como miss de concurso)
Han sido estos unos meses bieeen movidos, activos desde lo laboral y lo aghtístico.
He conocido a  más y más gente con el vicio, dibujólicos compulsivos que dan tanto asco como yo. Buena gente. 
No diré que he cultivado amistades porque eso sería una mentira. Y una de las gordas. Pero si he mantenido un trato cordial a lo largo de los últimos meses con gente nueva, y eso es mucho decir para mi, así es que acá estoy, espero mi premio. ¿dónde está mi premio?!

Y dentro de esto, hice algo que fue nuevo nuevo nuevo, un taller de varias sesiones con un resultado final expuesto y una certificación al cierre de que enseñé algo ¿útil? a los asistentes.
Un poco antes dí un taller en la ULS dónde pensé que había matado del aburrimiento a los concurrentes (es que tenía muuuuuucha teoría, mucha) y no sabía cuándo podría aparecer un taller salvaje nuevo por ahí, pero llegó y mucho más pronto de lo que podía imaginar. 
Me encargaron propuesta, la hice titubeando si pegaría  y si, fue aceptada. 
Cuatro muchachos cayeron, y ¡sorpresa! tenía dos reincidentes de talleres pasados, quién lo diría... yo creo que están locos.
Y a lo largo de dos semanas trabajamos a pesar de algunos inconvenientes (algún día quizás escriba un penoso post de cómo no se respeta al aghtista pobre de circo de mala muerte... de verdad, no hay respeto por el trabajador independiente y subversivo que no quiere ir con los cánones impuestos por esta sociedad cuadrada y pues bueno, creo que ya lo hice....) y salió todo mejor que bien finalmente, tengo fotos del proceso que compartiré por acá sólo porque estoy feliz de que mis niñitos quedaran conformes con ese pequeño viaje que rindió tanto al final.

Comenzando en la primera sesión, decidiendo personajes para trabajar



Acá estuvimos en otro recinto trabajando, la luz natural llegaba de un modo maravilloso allí

Última sesión, acabando la lámina final con una mezcla de vértigo, estrés y alegría.

El día de la certificación, de los talleres "Retrato en acuarela", "Perspectiva aplicada" y "Creación de personajes", el último dictado adivinen por quién






Y esta foto la cogí de la página de Frijol Mágico (organizadores de los talleres),  no me la atribuyo, pero la pongo porque salgo con dos de mis alumnos y me veo fabulosa. En serio, no soy amiga de mi efigie captada en foto, pero caramba, déjenme revolcar en mi vanidad, aún haciendo el loco, que tampoco sé actuar de otra manera.
 Y eso es todo por ahora, siento que era lo más entretenido para contar esta vez, tengo mucho más material como aquello de que no hay respeto pa'l aghtista pobre, detengan a las fujoshis a las entradas de los cines, mi gata desea verme muerta o como asumir que el otro mes ya estoy de cumple y más... pero quizás me anime a actualizar antes de dos meses, hay que ser optimista!
Y si quieren ver mis monitos (dibujos, que ilustración me queda grande) visítenme en el Instagram.

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